Mitos y datos falsos de la flexibilidad
Que si eres hombre o mujer, que si duele, que si…. Aquí van algunos mitos de la flexibilidad, que tal vez creías pero realmente no son ciertos.
MITO 1. Tienes que nacer siendo flexible: totalmente falso. Si es cierto que algunas personas nacen con bastante flexibilidad y otros no, pero esto no significa que si no nacemos flexibles no los seremos nunca. Con esfuerzo, práctica y muchos estiramientos lo lograremos, es decir, uno no debe nacer flexible – uno puede mejorar su flexibilidad.
MITO 2. El estiramiento no funciona, esto es muy falso. Aunque, si no ejecutas los estiramientos correctamente no podrás tener una buena flexibilidad. Muchas veces las personas dicen eso porque se rinden fácilmente. Para ser flexible hay que tener: paciencia, ser positivo y realmente proponértelo. Un “Tengo que mejorar mi flexibilidad” y esforzarte es lo que te convertirá en una persona flexible.
MITO 3. “Soy muy grande para ser flexible”, esto ¡no es cierto! Lo que sí es cierto es que cuesta, pero si puedes lograrlo.
MITO 4. La fortaleza disminuye la flexibilidad, no es cierto. Es más, este te ayuda a ser más flexible si se realizan los ejercicios correctamente.
Recuerda: Que la flexibilidad no viene de un día para el otro, debes estirarte varias veces por semana y siempre calentar antes. También recuerda, que cada vez que hagas un ejercicio debe ser del lado derecho e izquierdo, no solo un lado.