¿Qué hacer si sientes un calambre o contractura muscular?
¿A cuántas no nos ha pasado que estamos entrenando y sentimos un dolor que dependiendo de la intensidad, nos hace parar el ejercicio? En esta nota te explicamos que es, porqué nos dan y cómo ayudar a relajar el dolor.
Los calambres son espasmos frecuencia durante el ejercicio. Se manifiestan con una contracción muscular intensa involuntaria dolorosa de segundos a minutos de duración, quedando el músculo afectado sensible durante las siguientes 24 horas. La causa principal de los calambres parece estar muy relacionada con la fatiga muscular, cambios de temperatura, deshidratación, pérdida de electrolitos e incluso hipoglucemia.
Ante un calambre, es necesario parar la actividad y se ha de estirar con suavidad el músculo contraído hasta la desaparición del espasmo. Conviene asegurar una buena hidratación. Si el calambre ha sido de una entidad importante, es recomendable un masaje, pero mejor al día siguiente.
Las contracturas son lesiones musculares producidas por una sobrecarga en un trabajo intenso o con una tensión constante. Se produce una acumulación progresiva de los metabolitos de desecho que, unido a un déficit de riego sanguíneo por la tensión acumulada, provocan dolor e inflamación. El tejido muscular permanece contraído involuntariamente, notándose un tono mucho más elevado.
Es conveniente parar la actividad que lo afecta y aplicar terapias que eliminen la tensión para favorecer su eliminación:
La aplicación de calor local mejora la circulación, relaja y tiene un efecto analgésico.
Los estiramientos suaves y pasivos conseguirán eliminar tensión
El masaje provocará un aumento del flujo sanguíneo que mejora la recuperación de tejidos y limpieza de metabolitos, además de propiciar una relajación del músculo, reduciendo la tensión y, por tanto, el dolor. Podemos aplicarnos un automasaje fascial con un roller o pelotas rígidas, es uno de los recursos más eficientes en la recuperación por hacer énfasis en el tejido conjuntivo como fascias y aponeurosis.